/Prevención y hábitos
¿Sabes cómo come tu hijo?

(Y por qué eso puede influir en su sonrisa más de lo que imaginas)
Cuando pensamos en salud bucodental infantil, lo primero que nos viene a la cabeza es el cepillado. Pero ¿sabías que la forma en que tu hijo come también influye en cómo crece su boca, sus dientes… e incluso en si va a necesitar ortodoncia más adelante?
No se trata solo de qué comen, sino también de cómo lo hacen.
Comer es un acto complejo… ¡y muy importante!
Masticar, tragar, respirar, hablar…
Todo esto está conectado. Y desde que nacen, los niños desarrollan funciones orales que impactan directamente en su crecimiento facial.
Cuando un niño come alimentos muy blandos durante años, no mastica lo suficiente, respira por la boca o tiene una deglución inmadura, su desarrollo bucodental puede verse afectado.
¿Qué puede provocar una mala función al comer?
- ❌ Malas mordidas
- ❌ Dientes apiñados
- ❌ Problemas para hablar o tragar
- ❌ Respiración oral
- ❌ Necesidad de ortodoncia temprana
Y a veces el problema no está en los dientes… sino en los hábitos orales desde pequeñitos.
¿En qué te puedes fijar?
Aquí van algunas pistas que pueden ayudarte a detectar si algo no va del todo bien:
- 🔸 Solo come si la comida está muy triturada
- 🔸 Evita ciertos alimentos por textura (carne, pan crujiente, fruta etera…)
- 🔸 Le cuesta tragar o hace muecas raras al comer
- 🔸 Respira por la boca mientras mastica
- 🔸 Le falta fuerza al morder o no mastica con ambos lados
¿Qué puedes hacer desde casa?
- ✔️ Ofrece alimentos que requieran masticación real (no todo triturado)
- ✔️ Evita alargar demasiado los purés
- ✔️ Fomenta el uso de cubiertos y la autonomía al comer
- ✔️ Consulta con tu odontopediatra o logopeda si ves señales de alerta
Un niño que mastica bien desarrolla mejor su mandíbula, su paladar… y hasta su postura corporal.
¡Es más importante de lo que parece!
Como odontopediatra te digo…
No esperes a que se vean los dientes torcidos para actuar. A veces, el problema no es el diente… ¡es cómo lo usamos!
Observar cómo come tu hijo es una de las mejores formas de detectar a tiempo posibles alteraciones.